Paola y Ramon nos vinieron a visitar y los dos eran unos apasionados por el mundo del cine, por lo tanto, la invitación iba a ser cinefila. De hecho, toda la boda lo iba a ser, ya que los nombres de las mesas illevarían nombres de películas que ha ellos les han gustado, etc…
Así pues, lo primero de todo, fue la realización del encargo para crear una invitación de cine y que tuviera toques vintage, que no fuera de ahora si no de ayer, es decir retro. Y eso hicimos.
Un tema importante de las invitaciones de boda personalizadas es el papel. No se puede poner un papel cualquiera. (al menos si tienes gusto y te dedicas al mundo del diseño de manera profesional). Si buscas calidad tanto para que la impresión quede bien, y también para conseguir un tipo de efecto determinado, un papel de calidad es fundamental. Y precisamente en esta invitación de boda cinéfila, el papel verjurado, que lleva una textura sensible al tacto, era relevante para conseguir este efecto, no sólo tactil sino visual. Además, jugando con texturas a la hora de realizar el diseño gráfico de la invitación, y con los acabados de troquelado y perforado, conseguimos finalmente dar un aire retro a la invitación de boda personalizada.
La invitación inspirada en una entrada de cine vintage consiste en una entrada de cine doble, para ir a ver una película “A Love Story” en una “sesión única”, en la que el invitado puede “separar” una hoja de la otra, a través del perforado discontinuo y si es necesario, llevarse solamente el mapa de “Cómo llegar” el día de la boda.
Para entregar la invitación de boda se utiliza un precioso y elegante sobre de cuerda en color kraft.
Se han realizado 100 invitaciones de boda entrada de cine.